El Plan de Acción de Educación Digital de la Unión Europea, enmarcado en la estrategia 2021-2027, es una iniciativa que busca impulsar un proceso digitalización sostenible, eficaz y sostenido en el tiempo de los sistemas de educación de los 27 Estados Miembros.
El Plan de Acción de Educación Digital:
- ofrece una visión estratégica a largo plazo de una educación digital europea de alta calidad, inclusiva y accesible
- aborda los retos y oportunidades de la pandemia de COVID-19, que ha dado lugar a un uso sin precedentes de la tecnología para la educación y la formación
- busca una mayor cooperación a escala de la UE en materia de educación digital y subraya la importancia de trabajar juntos en todos los sectores para llevar la educación a la era digital
- presenta oportunidades, entre las que se incluyen mejorar la calidad y la cantidad de la enseñanza relacionada con las tecnologías digitales, favorecer la digitalización de los métodos de enseñanza y las pedagogías, y proporcionar las infraestructuras necesarias para un aprendizaje a distancia inclusivo y resiliente
Para alcanzar las metas que plantea la iniciativa se marcan dos ámbitos principales:
- Fomento del desarrollo de un ecosistema educativo digital de alto rendimiento en lo que se refiere a infraestructuras, conectividad y equipos digitales; a la planificación y al desarrollo de capacidades específicas eficaces; un cuerpo docente y personal administrativo con competencias digitales: y a contenidos, materiales y herramientas digitales seguras, fáciles de usar y que garanticen la privacidad digital.
- Mejora de las competencias y capacidades digitales para la transformación digital, tal como se ha mencionado ya, con especial referencia a la adquisición de capacidades digitales básicas desde edades tempranas; la alfabetización digital (incluida la lucha contra la desinformación); la educación informática; un buen conocimiento de las tecnologías intensivas en datos, como la inteligencia digital; la promoción de la digitalización para la generación de especialistas en la materia; el impulso de la formación digital entre las niñas y las jóvenes para así alcanzar un mayor grado de representación en las titulaciones digitales.
¿Es realmente necesario el Plan?
Sin duda sí. Hay que tener en cuenta que la digitalización es imparable y que la sociedad y la economía deben estar a la altura. La pandemia ha demostrado la importancia de invertir tiempo, dinero y espacio a la adquisición de habilidades tecnológicas y digitales que permitan a los actores sociales responder adecuadamente al día a día.
Las cifras no mienten:
- de acuerdo con un estudio de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), menos del 40 % de los educadores de la UE se considera preparado para utilizar tecnologías digitales en el aula.
- más de un tercio de los jóvenes de entre 13 y 14 años que participaron en el Estudio Internacional de Alfabetización. Informática y de la Información (ICILS) no contaba con el nivel más básico de competencias digitales.
- la brecha digital está marcada también por el nivel de ingresos. Según Eurostat, la cuarta parte de los hogares con bajos ingresos no tiene acceso a ordenadores ni a banda ancha.
La tendencia hacia el aprendizaje en línea e híbrido es incuestionable. Era algo que como un rumor se sentía en el ámbito educativo, pero que en los dos últimos años no ha dejado de ganar notoriedad. Esto ha provocado que se identifiquen maneras diferentes (y más flexibles) de que la comunidad educativa lleve a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Estos cambios requieren un esfuerzo firme y coordinado por parte de las instituciones públicas, los usuarios y los centros educativos. Esto permitirá hacer frente a los retos presentes y futuros, y hacerlo de forma exitosa.