Hay una escasez de competencias en casi todos los sectores tecnológicos. El reto es doble: por un lado, ofrecer formación en competencias digitales y, por otro, atraer estudiantes a las carreras tecnológicas, especialmente mujeres, un colectivo minoritario en estas titulaciones.
La investigación del Learning & Work Institute sobre el futuro de la tecnología pone de relieve los desafíos más profundos del sistema educativo. Esto no es algo que los padres o centros puedan hacer por sí solos. El gobierno tiene un papel que desempeñar añadiendo habilidades tecnológicas al plan de estudios y proporcionando incentivos financieros a las instituciones que priorizan el impulso de las habilidades de IT.
Cómo reducir la brecha tecnológica
Hay distintas maneras de despertar interés por las tecnologías, tanto en los centros de estudios de todos los niveles como en las empresas:
1) Promover iniciativas de codificación que gamifiquen el mundo laboral
Iniciativas como los retos creativos para estudiantes son sin duda una forma de hacerlo. La iniciativa Reply Code for Kids, por ejemplo, es un servicio internacional para empresas y escuelas europeas que pretende capacitar a la próxima generación de innovadores fomentando la curiosidad natural de los niños.
Para los estudiantes mayores de 16 años, existe el Reply Code Challenge, que promueve una cultura de la codificación y estimula la innovación digital en los ámbitos de la creatividad, la ciberseguridad y las finanzas, y se celebra con empresas como EasyJet, Mondelez, Miele y Sky. Estos retos muestran cómo el aprendizaje puede producirse en la intersección de la empresa y la educación..
2) Asociarse con las universidades para identificar el talento y crear una trayectoria profesional clara
Las empresas deberían tratar de asociarse con las instituciones educativas para incorporar la experiencia práctica al proceso de aprendizaje. Muchas habilidades tecnológicas no pueden absorberse valiéndose solo de la teoría, sino que requieren un enfoque práctico en el que los estudiantes puedan adquirir nuevas habilidades.
3) Mucho más que conocimientos informáticos
Muchos de los graduados no han tenido la oportunidad de realizar prácticas industriales y, en algunos casos, carecen de habilidades blandas y de la sensibilidad del lugar de trabajo. Por eso, los convenios educación-empresa son imprescindibles para conseguir titulados completos, con conocimientos 360 en materia tecnológica.
4) Identificar nuevos talentos y darles un empujón
Hay innumerables ejemplos de cómo las organizaciones y las empresas colaboran para hacer frente a la brecha de competencias digitales.
El esfuerzo concertado para compartir ideas es vital si queremos reducir la brecha de competencias digitales y crear una fuerza de trabajo equipada para acelerar el ritmo de la transformación digital que estamos viendo en todas las industrias y en la sociedad.
Las empresas deben apoyarse en todo lo que puedan para abordar este reto de forma conjunta y crear una cultura de aspiraciones de habilidades tecnológicas. El futuro es digital.