Cuando empezó la pandemia el teletrabajo pasó a ser la modalidad de empleo por excelencia. Sin embargo, no todas las empresas estaban igual de preparadas para afrontar el día a día lejos de la oficina.
El proceso de adaptación, aunque fue necesariamente rápido, no estuvo exento de complicaciones: falta de procesos y de herramientas digitales, tradición de una cultura corporativa presencialista, desconcierto ante la situación general y, por supuesto, las circunstancias personales de cada trabajador, algunos con niños o personas a su cargo durante la jornada laboral.
Los estándares de eficiencia previos al COVID-19 se resintieron sutilmente durante las primeras semanas, pero a medida que las empresas y los profesionales hicieron suya la frase máxima «renovarse o morir» la calidad del trabajo volvió a ser la que era. Para mantenerla, y que la motivación de los empleados no se vea perjudicada, existen una serie de pautas a seguir:
1- Establecer horarios (y cumplirlos). Es importante obligarse a cumplir con el tiempo laboral establecido, respetando la hora de inicio y de fin como si se estuviese en la oficina.
2- La apariencia importa. Aunque estando en casa tendemos a priorizar la comodidad conviene renunciar al pijama antes de comenzar el día. El efecto que vernos bien tiene en nosotros mismos impulsa el ánimo, la motivación y la eficiencia en el desarrollo de las rutinas.
3- Delimitar los espacios. Uno de los principales inconvenientes del trabajo remoto es que la casa funciona a la vez de oficina. Por eso es importante aprender a delimitar. En la medida de los posible se recomienda reservar un espacio específico del hogar para ocupar durante la jornada, permitiendo así que una vez concluído el trabajo resulte más sencillo desconectar.
4- Contar con un buen equipo digital. Sin duda, los materiales de los que se disponen durante la jornada permiten incrementar la eficiencia en el trabajo. Entre los indispensables destacan un ordenador portatil, monitores de soporte, acceso a la Nube, paltaformas de videoconferencia y conexión a Internet.
Newline cuenta con una amplia gama de soluciones interactivas que facilitan el día a día en el espacio de trabajo, sea este el que sea. Entre ellas, Flex se posiciona como un recurso inestimable para el teletrabajo. Este monitor all in one de 27″ pulgadas capacitivo es compatible con Windows Ink.
La experiencia de escritura es completamente natural gracias a la tecnología «rechazo de palma» y la flexibilidad de su estructura, que permite ajustar la posición de Flex de la forma más sencilla posible.
¿Quieres conocer más sobre este y otras soluciones interactivas para el espacio laboral? Pincha aquí.